miércoles, 25 de junio de 2014

Aprender...


Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma.
Y uno aprende
que el amor no significa recostarse
y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender...
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno empieza a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que, si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
Y con cada adiós uno aprende.