jueves, 25 de mayo de 2006

EDUCAR


Educar es lo mismo que ponerle un motor a una barca.
Hay que medir, pesar, equilibrar... y poner todo en marcha.
Pero para eso uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja,
que ese barco -ese niño- irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

Gabriel Celaya




"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano"

Isaac Newton (1642-1727) Matemático y físico británico.


Hay un libro abierto siempre para todos
los ojos: la naturaleza.

martes, 16 de mayo de 2006



El derecho al delirio

Una invitación al vuelo
de Eduardo Galeano

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;

el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

lunes, 1 de mayo de 2006

Vivir mejor


"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."

John Lennon (1940-1980) Cantante y compositor británico.




12 Claves para vivir mejor

1. Conduzca su vida. Asuma la responsabilidad de salir adelante sin esperar que otra persona decida por usted. Escuche criterios, pero tome sus decisiones.

2. Busque el lado positivo en todas las situaciones que se presenten.

3. Cultive sus amistades, pues pueden convertirse en la extensión de su propia familia.

4. Reconozca sus debilidades. Querer ser el mejor en todo puede ser el camino más corto para experimentar la frustración.

5. Haga cosas divertidas, rompa con la rutina de vez en cuando, déjese llevar por un impulso sano, para que le dé color a su vida.

6. Manténgase en contacto con la naturaleza. Esta es una fórmula mágica para controlar el estrés y recuperar el equilibrio emocional.

7. Cultive sus relaciones de pareja, no escatime frases amorosas, caricias, intimidad, diversión compartida, respeto y comunicación.

8. Haga ejercicios físicos. Dedique treinta minutos diarios para realizar algún tipo de actividad por lo menos tres veces a la semana. El ejercicio eleva el ánimo pues libera endorfinas, sustancias que contribuyen a aliviar dolores, neutralizar el estrés, liberar la tensión y recuperar la vitalidad.

9. Aprenda a disfrutar los pequeños placeres de la vida. Por ejemplo, cuando se dé una ducha de agua tibia, cuando sienta el sol sobre su cara por unos minutos, o escuche su música preferida, cuando camine, cuando coma, etc. Hay muchos pequeños placeres que pueden hacerle la vida más llevadera.

10. Comparta el tiempo con sus hijos. Ellos crecen muy rápidamente. Encuentre oportunidades para acompañarlos, para conversar con ellos, para acariciarlos. Interésese en sus asuntos y ofrézcales apoyo para que vivan sus propias experiencias. Recuerde que sus palabras de reconocimiento, aceptación, respeto y amor significan todo para ellos.

11. Recuerde que todo pasa. Desahóguese y después tome conciencia de que muchos de sus problemas son producto de sus propios miedos. Aprenda cada una de las lecciones que la vida le pone. Todos los males son pasajeros. Llénese de valor, de optimismo y de confianza para mirar el futuro de una manera positiva.

12. Siéntase formando parte de una totalidad mayor. Experimente el placer de sentirse un elemento más de la naturaleza. Disfrute el aquí y el ahora.

Profesor Guillermo Ruiz en el programa “Haciendo Radio”

"HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENOS.
HAY OTROS QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES.
HAY LOS QUE LUCHAN MUCHOS AÑOS Y SON MUY BUENOS.
PERO... HAY LOS QUE LUCHAN TODA LA VIDA, ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES."

Bertolt Brecht