domingo, 26 de abril de 2009

El saber compartido

El aprendizaje 2.0: saber compartido

El intercambio de conocimientos entre el profesorado, el alumnado y los padres alcanzarán un gran protagonismo en el sistema educativo español

Problemas de la vida cotidiana

Pistas para solventar los problemas de la vida cotidiana


De verdad que cada día se hace más difícil aguantar tanta palabrería irrelevante; casi nadie está hablando de las cosas que interesan a la gente de la calle, es decir, a la gran mayoría...
Eduard Punset

miércoles, 15 de abril de 2009

Esos Diablos...


LOS DIABLOS QUE TURBAN EL MUNDO

Mira cómo está impresa esta mala inclinación en nosotros, que la naturaleza humana por sí misma y por su original corrupción, sin otro extraño motivo o instigación, se vuelca sobre esa vileza, que si la bondad de nuestro señor no reprimiera esa natural inclinación, todo el mundo caería general y suciamente en esa vileza. Leemos cómo a un niño pequeño y puro, criado por unos santos ermitaños en el desierto, que no había tenido contacto con hembra, lo mandaron a la ciudad donde estaban su padre y su madre. Y en cuanto entró en el lugar en donde estaban su padre y su madre, preguntó a aquellos que lo habían llevado acerca de las cosas nuevas que veía, qué cosas eran: y como había visto bellas mujeres y bien adornadas, preguntó qué cosa eran, y los santos ermitaños dijéronle que aquellas cosas eran diablos, que turbaban a todo el mundo, y como estaban en casa del padre y de la madre, preguntaron al niño los santos ermitaños que le llevaban, y le dijeron así: «Mira qué cantidad de cosas bellas y nuevas has visto y que jamás habías visto, ¿cuál es la que más te ha gustado?». Y el niño respondió: «De todas las cosas bellas que he visto, las que más me han gustado son los diablos esos que turban el mundo». Como aquéllos le dijesen: «¡Oh, mezquino! ¿No has oído decir muchas veces, y leído, lo malos que son los diablos y el mal que hacen, y que su hogar es el infierno, y cómo, entonces, te han podido complacer tanto cuando los has visto por primera. Dicen que respondió: «Aunque tan malas cosas sean los di tanto mal hagan, y que en el infierno estén, no me importarían todos esos males y no me importaría estar en el infierno, con tal de que estuviese y habitase con diablos como ésos. Y ahora sé, los diablos del infierno no son tan malas cosas como dicen, y sé que haría bien en estar en el infierno, puesto que tales hay allí y con tales debería estar.
Y así fuese yo con ellos, Dios lo quiera».

(Del libro "La catedral del mar")Me lo mandó un compañero... aunque creo que puesto a hablar de diablos, seguro que los hay tanto masculinos como femeninos...¿no?